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Eusebio de Cesarea: Panegírico sobre la erección de iglesias



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usebio de Cesarea (ca. 263 - ca. 339) fue uno de los llamados Padres de la Iglesia, grupo de sacerdotes, teólogos y escritores cristianos, obispos en su mayoría, que, entre los siglos II y VIII, con su obra conformaron el primer “corpus” doctrinal de la naciente iglesia; escritos teológicos, doctrinales o historiográficos, estudiados en conjunto por una disciplina denominada Patrística. En dicho período se gesta el contenido doctrinal y teológico de las creencias cristianas, tanto como su defensa apologética confrontando contra las distintas versiones religiosas paganas. Más tarde, también refutando las interpretaciones que se considerarían “heréticas” desde el punto de vista de la ortodoxia fijada por la Iglesia institucionalizada.

Eusebio fue obispo de Cesarea, ciudad ubicada sobre la costa del Mar Mediterráneo en el actual Líbano. Tuvo una actuación destacada en el Concilio de Nicea, reunido en el año 325. No se lo considera un pensador profundo en lo teológico, pero destaca por ser el primer historiador del cristianismo, siendo su Historia Eclesiástica producto de una intensa investigación, cuyo valor historiográfico y autenticidad nunca ha sido puesto en duda.

Extraidos de dicha obra son los fragmentos que siguen y que ponen de manifiesto las condiciones que debían tener los templos cristianos y los simbolismos que contiene su diseño arquitectónico a cuyas distintas partes de la construcción se les asignan significaciones espirituales, además de las estrictamente funcionales dictadas por la liturgia.



Panegírico sobre la erección de iglesias dirigido a Paulino, obispo de Tiro1


[21] «Pues la actividad de los que se esforzaron por construir este edificio no es juzgada tan grande por el que es reverenciado como Dios, cuando mira el templo animado que sois vosotros todos y cuando considera la casa hecha de piedras vivas y bien fijadas, que está fuerte y solidamente establecida “sobre el fundamento de los apóstoles y de los profetas, siendo el mismo Jesucristo la piedra angular” (...) Pero el Padre mismo ha probado esta piedra angular, y entonces la estableció como piedra angular de esta Iglesia que nos es común.”

[22] «Tal es, pues, ese templo viviente de un Dios vivo que está construido por nosotros mismos, hablo de ese santuario muy grande y verdaderamente digno de Dios, cuyo interior es impenetrable, invisible para los más, realmente santo y santo de santos. ¿Quén, habiéndolo contemplado osaría hablar de él?, ¿Quién sería capaz de dignarse a mirar en sus recintos sagrados, no sólo al único gran pontífice del universo, sino también al único a quien le está permitido escrutar los misterios de toda alma? (...)»

[37] «Para esta iglesia, delimitó el emplazamiento, mucho más grande que el primero.2 Fortificó el perímetro exterior mediante una muralla que lo rodea enteramente de manera de constituir una defensa muy segura para el conjunto.»

[38] «Construyó un gran vestibulo, elevado del lado de los rayos del sol naciente3 y proporcionó a los que estan fuera y lejos de los recintos sagrados, una amplia vista de lo que esté en el interior; invita, por asi decirlo, a los extraños a la fe a volver sus ojos hacia las primeras entradas. Por otra parte, nadie pasaria ante el templo sin sentir su espiritu lleno del dolor del recuerdo del abandono de otros tiempos y de la resplandeciente maravilla realizada ahora. Quizás el obispo ha esperado que el hombre, traspasado por este dolor, sea atraido e impulsado a entrar a la vista» [del monumento].

[39] «En el interior no permitió a los que franqueaban las puertas, penetrar inmediatamente con los pies calzados y sucios en el santuario; sino que dejó un espacio tan grande como fue posible4 entre el templo y las primeras entradas y lo ornó con cuatro pórticos cerrados sobre si mismos; hizo de ese lugar una especie de recinto de cuatro lados con columnas que se elevan por todas partes; los espacios que separan a esas columnas están cerrados con defensas de madera, reticuladas, que se elevan hasta una altura conveniente. Dejó vacio el medio para que se pueda ver el cielo, otorgando asi (a los visitantes] un aire puro y una libre exposicién a los rayos del sol.

[40] «Alli dispuso los simbolos de las purificaciones sagradas: dispuso en frente del templo fuentes para proporcionar abundante agua donde se pueden lavar los que entran en los recintos del templo. Ese primer lugar por el cual pasan los que entran, ofrece a todos belleza y atractivo, y a los que aun tienen necesldad de las primeras iniciaciones, presenta la morada adecuada para sus exigencias.»

[41] «Pero hizo algo mejor que ofrecen el especer el espectéculo es esta entrada. Por medio de vestibulos interiores mas numerosos, abrió entradas hacia e1 templo. Dlsponlendolos frente a los rayos del sol, abrió tres puertas de un solo lado y prefirió que la del medic fuera mucho mas grande que las dos otras tanto en alto como en largo;5 la decoro con aplicaciones de bronce sujetas con sostenes de hierro; la ornó con relieves variados y, como si fuera una reina, colocó las otras dos, [puertas] como si fueran guardianes.»

[42] «De la misma manera, proveyó a los pórticos, situados de un lado y del otro del conjunto del templo, del mismo número de vestibulos. Para iluminar la parte alta de esos vestibulos con luz mas abundante, imaginó diferentes aberturas realizadas en el edificio y las ornamentó igualmente de manera variada por medio de trabajos de madera. En cuanto a la basílica propiamente dicha, la construyó con materiales aún mas ricos y preciosos, y fue de liberalidad extraordinaria para los gastos.»

[43] «Aqui creo que es superfluo describir el largo y el ancho del edificio, su belleza resplendeciente, su grandiosidad superior a toda palabra, el aspecto brillante de las obras que describo, su altura que alcanza los cielos, los cedros preciosos del Libano que están colocados sobre el edificio.6 A propésito de éstos, el oráculo divino mismo ha dicho: “Los arboles del Se?or se regocijarán, dijo, y los cedros del Libano que ha plantado”7».

[44] «¿Es necesario que describa exactamente el orden pleno de sabiduria y de arte arquitectónico, la belleza extrema de cada una de las partes, cuando el testimonio de la vista nos dispen- sa de la informacién oral?. Cuando hubo terminado el templo lo ornó con tronos muy elevados en honor de quienes lo presiden y además dispuso bancos para los de “común”, tantos como era necesario.8 Inmediatamente dispuso en el medio el altar santo de los santos misterios; y, para que permaneciera inaccesible para la multitud, lo rodeo de defensas de manera reticulada que estaban trabajadas totalmente con un arte delicado de manera de ofrecer a los espectadores un espectéculo admirable.»9

[45] «El piso no fue descuidado: lo decoró a la perfeccién, con marmol de gran belleza. Pensó igualmente en las partes exteriores del templo: hizo erigir con arte, exedras y construcciones muy grandee a ambos lados, las que se unen unas a las otras y se adosan a los flancos de la basilica unidas a la misma mediante pasajes que desembocan en el edificio central10 (...).»

[56] «El Hijo de Dios mismo ha hecho este edificio según su imagen y, en todo le ha otorgado la semejanza divina, una naturaleza incorruptible, incorpórea, razonable, extraña a toda materia terrestre, una esencia inteligente por si misma (...).»

[61] «Luego de haber hecho espléndido y resplandeciente el suelo de vuestra inteligencia a todos vosotros, confió para el futuro esta tarea a nuestro jefe aqui presente,11 muy sabio y amado por Dios. Y éste por otra parte, lleno de juicio y prudencia, supo reconocer y discernir la inteligencia de las almas que le habian sido confiadas. Desde el primer dia, por asi decirlo, no cesó de construir hasta el presente. Ajusta en vosotros tanto e1 oro respiandeciente, tanto la plata pura y las piedras preciosas y de gran precio, de manera que cumplió en vosotros por sus obras, la profecia sagrada y mistica por la cual se dijo:

«He aqui que te prepara un carbunclo como tu piedra, para tus fundamentos un zafiro, para tus almenas el jaspe; para tus puertas el cristal de roca; para tu recinto piedras escogidas; y todos tus hijos serán enseñados por Dios y los hijos permanecerán en paz y tu serás edificado en la justicia»12

[63] «Si, en efecto, es en la justicia que edificó y según el mérito del pueblo entero dividió los poderes. A unos los provee de una única muralla exterior, rodeándolos, como de un muro, de una fe sin error: grande es la multitud de los que no son incapaces de soportar un edificio más considerable. A otros, les confía las entradas de la casa, y les ordena guardar las puertas y guiar a los que entran: se los mira, con razén, como los propileos del templo. Otros los ha apoyado sobre las primeras columnas exteriores que estan alrededor de los cuatro costados del atrio: los hace avanzar sobre las primeras aprox1maciones de la letra de los cuatro eyangelios. Otros aun, los aproxima a cada_lado de la basílica13: son aún catecúmenos iniciados en la creencia y el progreso sin estar, sin embargo, alejados por largo tiempo de la vista de los objetos interiores [cue contemplan] los fieles.»

[64] «Entre estos últimos, elige las almas puras que son purificadas a la manera del oro, por un baño divino; y aqui apoya a unos sobre columnas mucho mas fuertes que las de afuera, sobre las doctrinas misticas mas internas de las Escrituras; a otros, los ilumina mediante las aberturas orientadas hacia la luz.»

[65] «Orna al templo entero con una única y muy grande puerta de entrada de la glorificación del rey soberano, el solo y único Dios y dispone de cada lado de la soberania del Padre los rayos secundarios de la luz, Cristo y el Espiritu Santo14. Por lo demas, a través de la iglesia entera, muestra de manera muy variada, la claridad y la luz de la verdad en su detalle. Por todas partes y de todos lados, eligió las piedras vivientes, sélidas, bien ajustadas que son las almas; y con todas ellas, prepara la gran morada real, resplandeciente, plena de luz por dentro y por fuera, porque no solamente el alma y el pensamiento, sino también el cuerpo resplandece en ellas por la múltiple belleza florida de la castidad y de la sobriedad»

[66] «Existen también en ese santuario tronos e innumerables bancos y asientos; estos son, en tanto que almas que en ellos reposan, los dones del Espiritu Santo, tales como se los vio antes entre los santos apóstoles y sus compañeros a quienes se manifestaron “lenguas diversas, parecidas al fuego y detenidas sobre cada uno de ellos”15»

[68] «En cuanto al venerable, grande y único altar, ¿qué sería sino el santo de santos muy puro [de alma] del sacerdote común a todos? A su derecha está parado el gran Pontífice del universo, el mismo Jesús, el Hijo único de Dios. Recibe con mirada alegre y con las manos elevadas, los inciensos de agradable perfume que ofrecen todos los fieles y los sacrificios no cruentos y no materiales que son ofrecidos mediante las plegarias y los envía al Padre que está en el cielo, al Dios del universo. Él lo adora el primero y solo, rinde al Padre el homenaje que corresponde a su dignidad; luego le pide que permanezca benevolente y favorable para todos nosotros por siempre.»

[69] «Tal es el gran templo que, en toda la tierra habitada que está bajo el sol, ha construido el Verbo, el gran demiurgo del universo, luego de haber formado sobre la tierra esta imagen inteligible de las bóvedas celestes del más allá, de manera que en él se honra y reverencia al Padre, por intermedio de la creación entera y de los seres vivientes que están sobre la tierra.» (...)



Notas


1 Eusebio de Cesarea, Histoire ecclesiastique et les martyrs en Palestine, Texto griego, traduction et notes par Gustave Bardy, París, Editions du Cerf, 1967, t. III, IV, págs. 81 y ss. Reproducido en "El Espacio Sagrado", Edificio y Mobiliario Litúrgico; Departamento de Historia, Cátedra: Historia de las Artes Plásticas II (Medieval), Serie: Fuentes; Facultad de Filosofía y Letras, UBA, 1999

2 La descripción de la iglesia de Tiro que realiza Eusebio de Cesarea es muy importante porque ha sido hecha en la misma; de todos modos es necesario destacar que el autor no es un técnico, sino un retor y nunca sacrifica el ritmo de una frase en pro de precisiones técnicas. La Iglesia de Tiro cumple con el tipo de templo, "Especie de palacio consagrado a Dios en medio de una comunidad cristiana". Se encuentra en él un recinto general que brinda seguridad e inviolabilidad al lugar santo; propileos imponentes, situados como los de Jerusalén, en el extremo oriental del monumento; un atrio rodeado por una columnata, con fuentes en el medio del patio a cielo abierto; una basilica suntuosa, en la cual se distinguen la fachada, la nave, las naves laterales y el "Sancta Sactorum"; exedras en el exterior y una amplia serie de dependencia adosadas a los flancos de la iglesia.

3 Todo el monumento está orientado Este - Oeste y el obispo oficia de cara al oriente lo que tiene una significacién simbélica mediante la identificacién de Cristo con el sol.

4 Los calificativos que indican tamaño no sirven para proporcionar una idea de las dimensiones reales de los edificios.

5 Las tres puertas simbolizan a las tres personas de la Trinidad; la del medio, més grande, representa al Padre.

6 E1 techo de madera de cedro cubre las cabriadas, que de este modo quedaban a la vista como sucedió en muchas de las primeras iglesias.

7 Sal., C111, 16.

8 Los tronos estaban reservados al obispo y a los sacerdotes, los bancos al clero inferior, los fieles seguramente no se sentaban.

9 El altar estaba rodeado por un cancel y sin duda provisto de un baldaquino.

10 Los edificios anexos son moradas para el obispo,casas para huéspedes, para pobres, etc.

11 Se refiere al obispo Paulino.

12 Isaías, LIV, 11-14. A continuación, Eusebio explica el simbolismo del templo, cada parte representa una categoría de almas. No siempre es fácil interpretar en detalle esta simbología.

13 Estaría refiriéndose a las naves laterales de la iglesia.

14 Se refiere a la simbología de los tres portales de acceso al interior del templo.

15 Hechos de los Apóstoles, II, 3.