El Retrato

Botón
Apuntes

Apuntes

El Retrato: del Renacimiento a hoy


Y

a vimos los comienzos del retrato en la escultura y pintura greco-romanas. Luego de un relativo paréntesis durante la Edad Media, el retrato volvió a ser un tema importante dentro del arte, especialmente pictórico, a partir del Renacimiento italiano. Nobles, cardenales o Papas, encargaron sus retratos a los mejores pintores de la época. Otros, gente de fortuna, banqueros o mercaderes, también se harán retratar o aparecerán incluidos en cuadros de tema religioso, sea retratados como los donantes de una obra destinada a un altar u otra dependencia religiosa, sea como personajes de la escena —tal el caso de "La adoración de los Reyes Magos" de Botticelli, en donde aparecen retratados miembros de la familia Medici—. (En muchos casos el propio pintor se autorretrataba mezclado entre las figuras de la escena, casi siempre dirigiendo su mirada al espectador como indicación de que era él quien “relataba” los hechos representados.[1]) Leonardo da Vinci, Rafael o Ticiano son algunos de los pintores del s.XVI que pusieron su maestría al servicio del retrato. En el s.XVII, entre muchos otros, se puede nombrar a van Dyck, Rubens, Rembrand o Velazquez. Del siglo XVIII he elegido como botón de muestra, a Thomas Gainsborough, Élisabeth Vigée Lebrun y Jean-Antoine Watteau. Finalmente, para cerrar este panorama, Francisco de Goya y Pierre-Auguste Renoir del siglo XIX y al pintor argentino contemporáneo Carlos Alonso. En esta pequeña muestra, el lector podrá observar cómo va cambiando el estilo de representación, la técnica y la manera de ver a través de los siglos.

A partir de la invención de la fotografía en el siglo XIX, el retrato pintado (como práctica profesional y por encargo) fue perdiendo relevancia hasta que, ya en el siglo XX, quedó reducido a casos muy aislados de clientes snobs de muy alto poder adquisitivo. Esto no significa que los pintores hayan dejado de realizar retratos, los siguieron haciendo como ejercicio personal, generalmente tomando como modelos a amigos y familiares. Por otra parte, los movimientos que renovaron el arte occidental, sucediéndose desde la segunda mitad del siglo XIX y durante el siglo XX, apartandose del realismo fidedigno (que quedó en poder de la fotografía), abrieron otras posibilidades al retrato permitiendo un nuevo realismo expresionista y/o psicológico.



Obras Maestras de Grandes Retratistas



Siglo XVI

Leonardo da Vinci, Retrato de Mona Lisa del Giocondo llamado “La Gioconda”, 1503-1519, Óleo s/tabla, 77 x 53 cm, Musée du Louvre, París
Leonardo da Vinci: La Gioconda, 1503-1519
Óleo s/tabla, 77 x 53 cm, Musée du Louvre
Fotografía: Dominio Público (vía Wikimedia Commons)
Rafael Sanzio, “Julio II”, 1511-1512, Óleo s/tabla, 108 x 80.7 cm, National Gallery, Londres
Rafael Sanzio: Julio II, 1511-1512
Óleo s/tabla, 108 x 80.7 cm, National Galery, Londres

Foto: Dominio Público (vía Wikimedia Commons)

Tiziano Vecellio, “Paulo III”, 1543, Óleo s/tela, 106 x 85 cm, Museo de Capodimonte, Nápoles
Tiziano Vecellio: Paulo III, 1543
Óleo s/tela, 106 x 85 cm, Museo de Capodimonte, Nápoles

Fotografía: Dominio Público (vía Wikimedia Commons)



Siglo XVII

Anton van Dyck, “Carlos I de Inglaterra”, 1635, Óleo s/tela, 105 x 76 cm, Musée du Louvre, París
Anton van Dyck: Carlos I de Inglaterra, ca. 1635
Óleo s/tela, 105 x 76 cm, Musée du Louvre, París
Fotografía: Dominio Público (vía Wikimedia Commons)
Rembrandt van Rijn, “Retrato de Jan Six”, 1654, Óleo s/tela, 112 x 102 cm, Colección Privada
Rembrandt van Rijn: Retrato de Jan Six, 1654
Óleo s/tela, 112 x 102 cm, Colección Privada
Fotografía: Dominio Público (vía Wikimedia Commons)
Diego Velazquez, “Felipe IV de Castaño y Plata”, 1635, Óleo s/tela, 199 x 113 cm, National Gallery, Londres
Diego Velazquez
Felipe IV de Castaño y Plata, 1635

Óleo s/tela, 199 x 113 cm
National Gallery, Londres

Fotografía: Dominio Público (vía Wikimedia Commons)




Siglo XVIII

Thomas Gainsborough, “Mr. and Mrs. Andrews”, 1748, Óleo s/tela, 60.8 x 119.4 cm, National Gallery, Londres
Thomas Gainsborough, Mr. and Mrs. Andrews, 1748
Óleo s/tela, 60.8 x 119.4 cm, National Gallery, Londres

Fotografía: Dominio Público (vía Wikimedia Commons)
Élisabeth Vigée Le Brun, “Autorretrato”, 1782, Óleo s/tela, 97.8 x 70.5 cm, National Gallery, Londres
Élisabeth Le Brun, Autorretrato, 1782
Óleo s/tela, 97.8 x 70.5 cm
National Gallery, Londres

Fotog: Dominio Público (vía Wikimedia Commons)
Jean-Antoine Watteau, “Gilles”, ca. 1718-1719, Óleo s/tela, 184.5 x 149.5 cm, Musée du Louvre, París
Jean-Antoine Watteau, Gilles
ca. 1718-1719, Óleo s/tela, 184.5 x 149.5 cm
Musée du Louvre, Paría

Fotografía: Dominio Público (vía Wikimedia Commons)



Siglos XIX - XX

Francisco de Goya, «La Familia de Carlos IV”, ca. 1800-1801, Óleo s/tela, 280 x 336 cm, Museo del Prado, Madrid
Francisco de Goya: La familia de Carlos IV ca. 1800-1801
Óleo s/tela, 280 x 336 cm, Museo del Prado, Madrid

Fotografía: Dominio Público (vía Wikimedia Commons)
Pierre-Auguste Renoir, “ Victor Chocquet”, 1875, Óleo s/tela, 53 x 44 cm, Fogg Art Museum, Cambridge, E.U.A.
Pierre-Auguste Renoir: Victor Chocquet
Óleo s/tela, 1875, Fogg Art Museum, Cambridge, E.U.A.

Fotografía: Dominio Público (vía HA! https://historia-arte.com)
Carlos Alonso, “L.E.S.” (Lino E. Spilimbergo), ca. 1963, Carbonilla, Acrílico, Papel s/tela, 200 x 200 cm, Museo Nacional de Bellas Artes, Buenos Aires, Argentina
Carlos Alonso: L.E.S. (Lino E. Spilimbergo), ca. 1963
Carbonilla, Acrílico, Papel s/tela, 200 x 200 cm
Museo Nacional de Bellas Artes, Buenos Aires, Argentina

Fotografía: Museo Nacional de Bellas Artes

Notas


[1] Michael Baxandall explica esta práctica refiriendo a un personaje habitual en las representaciones teatrales italianas del siglo XV: «...las obras de teatro eran presentadas por una figura del coro, el “festaiuolo”, (...) que permanecía en el escenario durante el desarrollo de la obra, como mediador entre el espectador y los hechos representados; similares figuras del coro, que atrapan nuestra vista y apuntan a la acción central, son utilizadas a menudo por los pintores. Hasta son recomendadas por Alberti en su tratado “Sobre la pintura”: ‹Me gusta que haya una figura que nos advierte e instruye sobre lo que ocurre en el cuadro›...». En Michael Baxandall, Pintura y vida cotidiana en el renacimiento, Editorial Gustavo Gili SA, Barcelona, 2000.