Alberti

Botón
Apuntes

Apuntes

Leone Battista Alberti


San Andres, Mantua
Leóne Battista Alberti, Iglesia de San Andrés, 1472 - c.1800, Mantua, Italia
Fotografía: Anna Zacchi / CC BY
León Battista Alberti
Fotografía: Internet
L

eone Battista Alberti (1404-1472) fue el primer teórico del arte y de la arquitectura del Renacimiento, y uno de los primeros en emplear los órdenes clásicos de la antigüedad greco-romana en la arquitectura italiana del s.XV. Poeta, filósofo, organista —uno de los mejores de su tiempo—, pintor y arquitecto, (se supone que, además, era un atleta de notables aptitudes físicas), ejerció una gran influencia entre sus contemporáneos. Amigo del gran arquitecto Filippo Brunelleschi y del escultor Donatello, estudió las leyes de la perspectiva que había desarrollado Brunelleschi, a quien le dedica su tratado "De pictura" ("De la pintura") escrito en 1436, donde explicó por qué estas leyes serían fundamentales para la pintura de su época y de las venideras.

Erudito, profundo conocedor de la arquitectura y el arte clásicos, sus muchas actividades no le permitieron una más intensa actividad como arquitecto, pero los pocos edificios que proyectó están entre los más importantes de la arquitectura renacentista por la influencia que ejercieron sobre la siguiente generación de arquitectos. Proyectaba todos los elementos con detalle, aunque nunca participó en la construcción real de sus edificios. Impuso una pureza clásica que fue el precedente de las obras de Bramante y sus sucesores. Su libro "De Re Aedificatoria" ("El arte de edificar", escrito hacia 1450 dividido en 10 libros) fue el primer tratado sobre arquitectura del renacimiento; con él, Alberti trató de reemplazar el clásico tratado de Vitrubio (26 a.C.) con una obra más completa y sistemática. También escribió sobre escultura, la familia, el estado y sobre literatura.

Interior
Leóne Battista Alberti, Iglesia de San Andrés, Interior, 1472 - c.1800, Mantua
Fotografía: Internet (vía World Press Blog)

La iglesia de San Andrés, en Mantua, fue proyectada en 1470, pero su construcción comienza en 1472, poco después del fallecimiento de Alberti. El exterior no se terminó nunca, pero el sector de fachada completado muestra una de las ideas más fructíferas de este creador: la aplicación de la estructura compositiva del arco de triunfo romano (el arco de Tito en este caso) a la fachada de una iglesia, simbolizando así el triunfo de la cristiandad; coronando esta estructura, el frontis, elemento clásico de los templos antiguos. Reelaborado de mil maneras, este frente se convirtió en una de las tipologías de fachada para iglesia cristiana de planta basilical más utilizada en todo el mundo durante varios siglos.

El interior presenta otra innovación: sustituye las naves laterales por una serie de capillas, alternativamente abiertas y cerradas; todo el diseño está regulado por un cuidado sistema de proporciones, tal como Alberti lo propusiera teóricamente en su tratado de arquitectura, dos décadas antes. Es muy probable que la decoración interior, bastante confusa y recargada, no haya sido prevista por él. Tampoco responde al diseño original la elevada cúpula sobre el crucero, que fuera agregada en el s.XVIII por el arquitecto Juvarra.

L.B.Alberti, Palacio Rucellai, 1446-1455, Florencia
Fotografía: Internet

Otro de los proyectos de Alberti que puso en obra su reflexión teórica fue el Palacio Rucellai. La fachada de este palacio urbano contruido para la familia Rucellai en la ciudad de Florencia, Italia, muestra con claridad los principios de ordenamiento geométrico y de uso de la tradición greco-romana para resolver un frente con exquisita armonía. Alberti superpuso órdenes clásicos en la fachada del Palacio Rucellai, como motivo decorativo que simula un sistema estructural que no es el real (es el muro en su totalidad el que soporta los pisos y el techo del edificio), tal como ya lo habían hecho los romanos en el Coliseo.

Comenzado a construir en 1446, sólo dos años después del Medici-Ricardi, su interior fue concluido en 1451, aunque la fachada se terminó en 1455. Fue encargado por Giovanni Rucellai, un rico comerciante de Florencia, plegándose a la moda que, iniciada por los Medici, siguieron las más poderosas familias de la enriquecida burguesía florentina, prestigiando su ciudad con sus amplias residencias. Su construcción estuvo a cargo del arquitecto Bernardo Rosellino, discípulo de Alberti, quien debió realizar el diseño de su maestro aunque se cree que aumentó las medidas originales. Un esquema de pilastras que aumentan su esbeltez de piso en piso, según el esquema que Alberti recupera del Anfiteatro Flavio sirve para controlar el amplio plano del muro de fachada. Así utiliza para la planta de acceso el orden Toscano, en el primer piso aplica el orden Jónico y en la segunda planta, el orden Corintio. La fachada queda así dividida por pisos mediante cornisas y, en cada planta, segmentada en espacios con aberturas por las pilastras.

Algunos historiadores han propuesto que el palacio fue concebido por Alberti para ilustrar su tratado sobre la arquitectura, que se publicó por primera vez en 1450. No hay certeza documental que haya sido esa su intención pero no cabe duda que el palacio es, claramente, un manifiesto de su teoría arquitectónica, que luego pondría en papel en dicho tratado.