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Arquitectura romana: Viviendas


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especto a las viviendas romanas se destacan las tipologías de la Domus, vivienda señorial urbana de la clase media y alta, que llegan a dimensiones palaciegas en las domus imperiales. Las casas atrio y las casas con peristilo serán los modelos tipológicos de las primeras, en las segundas estos modelos cambian y se expanden hasta formar extensos palacios. A estas últimas se agregan las villas rurales o de veraneo de los emperadores. Y, por último, tenemos las insulae, casas de alquiler de varios pisos donde se alojaba la clase baja romana.


Vivienda urbana: La "Domus"



Esquema Domus
Antigua casa con atrio pompeyana
Dibujo: Internet

Las Domus eran las viviendas unifamiliares para las clases acomodadas en las ciudades romanas. Responden a la tipología general de casa con patio, el tipo de vivienda más extendida en todo el ámbito mediterraneo, desde los antiguos griegos. Como éstos, los romanos también desarrollan la vida privada aislándose de la calle y volcando su hogar hacia el interior, donde el patio es el centro de la casa y de la vida doméstica. Desde la época de los primeros reyes, los romanos adoptaron el modelo etrusco de vivienda alrededor de un patio. Este patio se configuró como un atrium (atrio) al estar rodeado de una galería semicubierta, cuya techumbre a cuatro aguas conducía el agua de lluvia hacia la abertura central, el compluvium, y era recogida en un estanque: el impluvium, ubicado en el piso del patio, para ser utilizada luego por la familia. Esta cubierta podía estar sostenida por vigas que cruzaban el patio (atrio toscano), apoyando en las paredes delimitantes del atrio, o en vigas sobre cuatro columnas en las esquinas del impluvium, (atrio tetrástilo).

Las habitaciones se ordenan alrededor del atrio central definiendo un ordenamiento axial de inspiración religiosa; —estos ordenamientos espaciales regidos por ejes de simetría también se manifiestan a nivel de la ciudad, cuando ésta puede ser planificada, o en los campamentos militares, con su sistema de dos ejes perpendiculares, cardo y decumano—. El vestíbulo que comunica la calle con el interior de la vivienda y la habitación principal, el tablinum, ubicada en el lado opuesto del atrio, están casi siempre centrados sobre el eje de la vivienda. Las habitaciones a los lados del vestíbulo están dedicadas a tiendas o talleres (tabernae) y rara vez tienen comunicación con la vivienda. El vestibulo es un pequeño espacio cubierto delante de la puerta de calle, el corredor a continuación de la puerta recibía el nombre de fauces. A los lados del atrio se ubican los dormitorios (cubicula), en las domus más amplias aparecen a los costados del atrio las alae ("alas"), espacios abiertos al atrio donde se guardarían archivos, documentos y recuerdos familiares, y cerrando el atrio, las habitaciones de estar y de servicio. Un estrecho pasaje comunica el atrio con el huerto o jardín posterior. El tablinum está abierto tanto hacia el atrio como hacia el jardín o huerto posterior.

Casa del Poeta Trágico
Casa del Poeta Trágico, Planta, Pompeya
Dibujo: Autor desconocido / Dominio Público, (via Wikimedia Commons)
Referencias: 1. Vestíbulo; 2. Tiendas; 3. Atrio; 4. Vestuario (?); 5. Escalera; 6. Dormitorios; 7. Alae (hab. al lado del atrio); 8. Tablinum; 9. Pasillo; 10. Peristilo; 11. Altar (Larario); 12. Oecus (tal vez Comedor familiar); 13. Cocina; 14. Hab. de Servicio; 15. Triclinium; 16. Puerta de Servicio.

El tablinum fue, primitivamente, la habitación del matrimonio con el lecho conyugal, pero más tarde se convirtió en la sala de recepción donde el "pater familias" se reunía con sus familiares, amigos y clientes[1]. En el atrio se hallaba el altar familiar (lararium), el hogar y la mesa de comer. Con el tiempo, la cocina (culina) pasa a ser una habitación abierta al atrio y, más tarde, la función de comer, pasa a tener destinada otra habitación junto a la cocina, que acabó siendo el denominado triclinium, una habitación amplia con tres divanes (kline) alrededor de una mesa cuadrada, donde los comensales comían recostados, servidos por esclavos. Esta habitación solía estar abierta hacia el jardín únicamente y se utilizaba para las cenas con invitados que duraban desde el caer de la tarde hasta bien entrada la noche. A diferencia del andrón griego, en el triclinium no estaba vedada la permanencia de mujeres en las reuniones.

La paulatina ampliación de las necesidades funcionales de las familias romanas y la consecuente y creciente diferenciacion de las habitaciones según la actividad a realizar en ellas, generó una lógica ampliación del programa espacial de la domus. El esquema de la casa con atrio llegó al límite de sus posibilidades y se hizo necesario adicionarle nuevos espacios. En algún caso, se unían dos casas con atrio, destinándose una de ellas para las funciones sociales y la otra para la vida familiar y los negocios. Pero el cambio tipológico llega cuando a la casa con atrio se le adiciona un elemento más flexible: el peristilo, una galería porticada, de mayor superficie que el atrio, a la que se le podía agregar nuevas habitaciones alrededor, según fuera necesario.

Donde mejor se puede seguir esta evolución es en la ciudad de Pompeya. La particular circunstancia de haber sido su desarrollo congelado en un momento preciso, el 24 de octubre del año 79[2], nos permite tener datos de diferentes domus de variados tamaños. Una casa de dimensiones algo mayores a la arriba mostrada, es la llamada Casa del Poeta Trágico, debido a la riqueza y calidad de mosaicos y frescos con escenas de la mitología clásica que en ella se encontraban y que constrastan con las moderadas dimensiones de la vivienda.

En su planta se observa con claridad como se ha adicionado un modesto peristilo en el espacio que, en el modelo anterior, era un huerto o jardín trasero. Y alrededor de este peristilo, cuyo espacio descubierto seguirá siendo ajardinado, se agregaron otras habitaciones para completar las necesidades del núcleo familiar. Está claro que esta casa tenía una planta alta, pues había una escalera ubicada en un cuarto detrás de una de las tiendas, pero los restos no han permitido recomponer ni la extensión ni el diseño que haya tenido, al haberse derrumbado por completo durante la erupción del Vesubio que sepultó la ciudad. Los estudios arqueológicos tampoco han podido determinar con claridad el uso que tuvieron algunos locales u oecus (saloncito). La casa fue construida en el s.II a.C y se ha sugerido que podría haber pertenecido a Anino, un miembro de las familias de la nueva clase senatorial emergente de Pompeya. Su decoración fue renovada después del terremoto del año 62 a.C. y su calidad ha llamado la atención desde el primer momento que se descubrió en las excavaciones realizadas por Antonio Bonucci en 1824.

Domus Poeta Trágico
Estado en el s.XIX de las Ruinas de la Casa del Poeta Trágico, s.II a.C., Pompeya
Fotografía: Giorgio Sommer, Public domain, (via Wikimedia Commons)
Recreación Atrio
Recreación virtual del atrio de la Casa del Poeta Trágico
Fotografía: Internet (didcticadelpatrimonicultural.blogspot.com)
En ambas imágenes vemos en primer plano el atrio, luego el Tablinum y al fondo, el peristilo con el Larario, el altar para el culto de los dioses lares de la familia.

Tal como era frecuente en las casas romanas, en el suelo del vestíbulo había un mosaico con la figura de un perro bastante atemorizante, y bajo él la leyenda “Cave Canem”, literalmente: Cuidado con el Perro. En el atrio se encontraban frescos con temática mitológica griega, “Zeus y Hera”, que algunos estudiosos creen que sería una representación del Juicio de Paris; “Afrodita”, casi totalmente destruido; “Aquiles y Briseida” y “Helena y Paris”.

Cave Canem
Cave Canem, Mosaico, Casa del Poeta Trágico
Fotografía: Radomil / CC BY-SA 3.0 (via Wikimedia Commons)
Zeus y Hera
Zeus y Hera, Fresco, Casa del Poeta Trágico
Fotografía: Internet (araceliregolodos.blogspot.com)
Aquiles y Briseida
Aquiles y Briseida, Fresco, Casa del Poeta Trágico
Fotografía: Internet (araceliregolodos.blogspot.com)

En el suelo del Tablinum se hallaba el mosaico que sugirió el nombre que se le dió a la casa. La escena representa a varios actores que, entre bambalinas, se preparan para una representación teatral. Uno se está vistiendo, otro toca la flauta de pan, en el suelo se ve una caja con máscaras que usarán los actores en la representación; hay otra máscara sobre una mesa a la derecha de la escena. En el peristilo, en la pared del fondo, se había pintado una escena de jardínes imaginarios que, mediante la técnica del , simulaba la continuación del jardín existente en el espacio descubierto del peristilo. En los muros de la galería se hallaban otras escenas mitológicas de las cuales la mejor conservada es “El sacrificio de Ifigenia” en la que se muestra a Ifigenia, la hija de Agamenón, capturada por Ulises y Aquiles para ser sacrificada a Artemisa. Todos los mosaicos y frescos que era posible recuperar de la Casa del Poeta Trágico, han sido llevados al Museo Arqueológico de Nápoles, donde están expuestos y preservados.

Mosaico del Tablinum
Mosaico del suelo del Tablinum con la escena de los actores preparándose
Fotografía: Internet (araceliregolodos.blogspot.com)
Ifigenia
El sacrificio de Ifigenia, Fresco, Casa del Poeta Trágico, Pompeya
Fotografía: Museo Arqueológico Nacional de Nápoles, Dominio Público, (via Wikimedia Commons)

También en Pompeya encontramos un ejemplo de la dimensión que podía llegar a tener una domus perteneciente a una familia acaudalada. Me refiero a la denominada Casa del Fauno por la estatuilla de un sátiro en bronce que decoraba el impluvium del atrio principal. Esta vivienda tenía cerca de 3000 m2 de superficie total, dos atrios y dos peristilos, varios comedores (triclinium) para uso en invierno unos, orientados al sur, o en verano, orientados al norte, y un amplio local que parece haber estado destinado a bodega. La casa tenía su propia "terma" con tepidarium y caldarium, con su correspondiente sistema de hipocausto, y también una letrina.

Casa del Fauno
Ruinas de la “Casa del Fauno”, s. II a.C., Pompeya
Fotografía: Porsche997SBS, CC BY-SA 3.0, (via Wikimedia Commons)
Reconstrucción
Reconstrucción hipotética del atrio principal
Fotografía: Internet

Planta Casa del Fauno
Casa del Fauno, Planta; Pompeya, Italia
Fotografía: M.violante 20:19, 6 March 2007 (UTC), CC BY-SA 3.0, (via Wikimedia Commons)
Correcciones y Referencias del autor de la página.
Referencias: 1. Entrada principal; 2. Entrada secundaria; 3. Tiendas (tabernae); 4. Atrio Toscano; 5. Atrio tetrástilo; 6. Dormitorio (Cubiculum); 7. Areas de Servicio; 8 - 8'. Ala (Alae); 9. Tablinum; 10. Triclinium; 11. Primer Peristilo; 12. Exedra con el mosico de Issus; 13. Cocina (Culina); 14. Terma; 15. Bodega; 16. 2do. Peristilo; 17. Habitaciones para los esclavos; 18. Acceso de servicio.

A una construcción original del s.III a.C. de menor superficie, en el 120 a.C. se le anexaron otras construcciones linderas y la casa fue totalmente reconstruida y ampliada siguiendo un plan que satisfaciera las necesidades funcionales y de ostentación de su propietario. La entrada principal tenía pilares de piedra toba y en el suelo de mosaicos una leyenda de bienvenida en latín: “HAVE”, (una forma del saludo romano Ave) con la que, según los historiadores, el dueño pretendía demostrar su superior cultura latina en tiempos en que, en la ciudad y toda la región centro meridional de la península itálica, se hablaba el osco, la lengua del pueblo samnita, que a pesar de ya estar sometido por los romanos, mantuvo la vigencia de su idioma hasta comienzos del s.I a.C.

Entrando por la entrada principal se desemboca en el atrio toscano donde se hallaba la estatuilla del fauno ya mencionada y enfrente el Tablinum que, por detrás, se abría al primer peristilo de la casa, con columnata de orden jónico. A los laterales de este atrio se hallaban varios dormitorios, las "alas" del atrio y un paso que comunicaba con el atrio tetrástilo en torno al cual se desarrolla un area principalmente de servicios con su propio acceso desde la calle, despensas, depósitos y que, al final del atrio, da a un corredor, aislado del primer peristilo, con la cocina, el baño o terma personal de la familia y los locales que les daban servicio. Al frente y al fondo del primer peristilo están los triclinia (plural de triclinium: comedores) y entre los dos del fondo, la excedra que comunicaba los dos peristilos, con el famoso mosaico de la Batalla de Issos, en la que Alejandro Magno derrotó a Darío III, el emperador persa, que sería copia de una pintura helenística de ca. 325 a.C.

Mosaico
“Batalla de Issos”, Mosaico, ca. s.II / s.I a.C., 272 x 513 cm, Museo Arqueológico Nacional de Nápoles. Italia
Fotografía: Internet / Dominio Público (vía Wikimedia Commons)
Umbral
“Fauna del Nilo”, Mosaico (Umbral de la excedra del mosaico de Issos), ca. s.II / s.I a.C., Museo Arqueológico Nacional de Nápoles, Italia
Fotografía del autor
Excedra
La excedra con el mosaico de la “Batalla de Issos”
Fotografía del autor

Trasponiendo los locales que rodean el primer peristilo, se halla el segundo peristilo que abarca todo el ancho del predio y cuya columnata es de orden dórico. En las paredes laterales del predio semicolumnas dóricas replican las columnas del peristilo. En uno de esos laterales se hallaban varios nichos utilizados como lararios y en las cercanías se hallaron lámparas de aceite, candelabros, trípodes y una estatuilla votiva. Ambos peristilos estaban bellamente ajardinados en sus espacios descubiertos.

Contra el muro de fondo del predio, que daba a la calle opuesta de la insula (manzana) en que se ubica la casa, se suceden minúsculos cubículos destinados al personal de servicio, una entrada de servicio a cuyo lado se halla la habitación del "guardián de la puerta" (con una abertura hacia el corredor de acceso) y detrás de esta, un local aparentemente dedicado al jardinero y sus enseres.

La estatuilla del Fauno danzante que decoraba el impluvium del atrio principal de la casa, y que sugirió el nombre que los arqueólogos le dieron, es una pieza de bronce de 80 cm de altura, de excelente factura, perfecto modelado y con una pose de un suave y delicado movimiento, que despertó la admiración inmediata entre los estudiosos del arte romano. Sobre el original encontrado en Pompeya, hoy en la colección del Museo Arqueológico Nacional de Nápoles, hay concenso entre los especialistas en considerarlo una copia romana del siglo II a.C. de un original helenístico, probablemente procedente del círculo de alumnos de Lisipo.

A pesar de su extensión, la Casa del Fauno sigue siendo una vivienda urbana dentro de la trama de la ciudad, es decir, dentro de una manzana o insula. Este concepto se rompe en las grandes Domus Imperiales de Roma con la expansión y apertura del edificio que pasa a tener un carácter claro de "palacio".


Las Domus Imperiales

Domus Imperiales
Maqueta de las Domus Imperiales en la colina del Palatino, entre el Foro Romano y el Circo Máximo, Roma, Italia
Fotografía: Cassius Ahenobarbus, CC BY-SA 3.0, (via Wikimedia Commons)

También llamadas, y con justa razón, Palacios Imperiales, las Domus Imperiales eran un complejo de grandes y lujosos edificios que se fueron conformando por las anexiones, ampliaciones y reformas ordenadas por sucesivos emperadores para establecer su residencia y la de su corte, para finalmente, terminar albergando también a la burocracia imperial.

Augusto, el primer emperador de Roma entre 27 a.C y 14 d.C., había nacido en la colina Palatina. el lugar donde, según la leyenda, los hermanos Rómulo y Remo fueron recogidos por la loba, y donde el fundador de Roma, Rómulo, había instalado su cabaña. Cuando Augusto asume el poder, elige esta colina como lugar de residencia para unir a su persona el simbolismo del sitio y el culto a los orígenes de los romanos. Compró a un senador su residencia y la fue ampliando con sucesivas anexiones de “domus”vecinas. Otros emperadores posteriores siguieron su ejemplo, quedando la colina Palatina como residencia del poder de Roma y, de paso, dando origen a la denominación de “Palacio” para toda residencia grande y lujosa, habitada por un noble o personaje poderoso.

Planta Centro de Roma
Planta del centro de la ciudad de Roma en el s.III d.C.
Plano: Autor Anónimo / Dominio Público (vía Wikimedia Commons)
Referencias: 1. Foros Imperiales; 2. Basílica de Majencio y Constantino; 3. Coliseo Romano; 4. Foro Romano; 5. Palacio Imperial (Domus imperiales) en la colina Palatina.

Sala de las Máscaras
Frescos de la Sala de las Máscaras en la Domus Augusti
Fotografía: Internet (Alpargos, Arte e Historia

Cuando Augusto fue nombrado Pontífice Máximo en 12 a.C., su vivienda pasó a ser Domus publicae pues la vivienda del Pontífice no podía ser privada. Augusto aprovechó este hecho para construir en su predio un templo consagrado al dios Apolo, construcción que había prometido al vencer a Marco Antonio en la batalla de Actium, creando todo un complejo junto al templo, el Area Apollinis, que incluía bibliotecas, galerias porticadas, el templo hexástilo de Apolo Palatino y un bosque sagrado. En compensación el Senado le otorgó más terrenos y casas sobre la colina. Cuando se debió reconstruir la zona después del incendio del año 3 d.C., toda la colina y sus propiedades constituían la casa pública del emperador.[3]

La primera domus de Augusto, era relativamente modesta en tamaño y lujo dado la imagen con que el primer emperador quería presentarse como un austero primus inter pares (el primero entre sus iguales), denominada hoy Domus Augusti. Junto a ella, un grupo de habitaciones alrededor de un peristilo y otras dependencias han sido denominadas Casa de Livia, la esposa de Augusto. Tal atribución es incierta, solo se basa en la incripción: IULIA AUGUSTA, hallada en un tubo de plomo de las instalaciones de la casa, y que su supuso referida a Livia, aunque actualmente se afirma que podría referirse a Julia, la hija del emperador Tito. De cualquier manera estas habitaciones han sido encontradas con gran número de frescos muy bien conservados.

Entre el siglo I y III se fueron agregando ampliaciones y reformas. La primera ampliación fue el Palacio de Tiberio (sucesor de Augusto) o Domus Tiberiana que, a su vez, fuera ampliada por su sucesor, Calígula, extendiéndola hacia el Foro. En tiempos de Tiberio, éste recibió como donación de su padre, Augusto, y de un amigo suyo, L. Aelius Lamia, los jardines (horti) ubicados en la colina del Esquilino, contigua a la colina Palatina. Así, a la muerte de Claudio en el año 54, la residencia imperial estaba constituida por el conjunto de atrios y peristilos de las anteriores domus tardorepublicanas, unidas entre sí, y los extensos jardines del Esquilino como area de recreación y descanso.

Su sucesor, Nerón, se propuso unir ambas areas en una única gran residencia imperial. Para ello construyó una primera "Domus transitoriam", con gran lujo, de la que a medida que prosiguen las excavaciones se van encontrando más vestigios arqueológicos. Pero para su desbordada megalomanía no era suficiente y el gran incendio del año 64 que destruyó dos tercios de la ciudad incluyendo esta residencia imperial, le dió la oportunidad perfecta para la creación de un palacio de un lujo y riqueza como no se había visto nunca en épocas anteriores, la "Domus Aurea".

Reconstrucción
Reconstrucción virtual de la Domus Aurea del emperador Nerón, 64 - 68 d.C.
Fotografía: Internet (Twitter - F.Javier Rueda)

La Domus Transitoriam había despertado acerbas críticas en las élites romanas por su extensión y su exagerado lujo, muy alejada de la austeridad pública de Augusto, el inicidor de la dinastía Julio-Claudia. Destruida por el incendio su ampulosa residencia, su sobrino nieto Nerón, el último emperador de dicha dinastía, redobló la apuesta y haciendo caso omiso de las críticas, se construyó un palacio aun más fastuoso.

Suetonio[4] describe así la construcción del nuevo palacio:

«Se hizo construir una casa que se extendía desde el Palatino al Esquilino y la llamó en principio Transitoria, luego, destruida por el incendio, la reconstruyó y le dió el nombre de Aurea. En su vestíbulo se había podido erigir una estatua monumental de Nerón, de 120 pies de altura; la morada era tan vasta que contenía pórticos de tres filas de columnas y de mil pasos de longitud; un estanque semejante a un mar, rodeado de casas que formaban ciudades; y además una extensión de campo donde se veían a la vez huertas, viñas, pastos y bosques que contenían un gran numero de animales domésticos y salvajes de toda clase. En el resto del edificio, todo estaba cubierto de dorados y realizado con piedras preciosas y conchas de perlas. El techo de los comedores estaba hecho con tablillas de mafil móviles y agujereadas para poder esparcir desde lo alto sobre los invitados flores ó perfumes. La principal era redonda y giraba continuamente sobre sí misma, dia y noche, como el mundo. En las salas de baño corría el agua de mar y las aguas de Álbula[5]. Cuando el palacio estuvó concluido y Nerón lo inauguró, todo el elogio que hizo de él mismo se redujo a estas palabras “por fin voy a comenzar a estar alojado como un hombre” (Suetonio, Nero, 31)

Sala circular
Domus Aurea, Sala Circular
Fotografía: Internet (La Vanguardia)

Frescos
Domus Aurea, Frescos en la bóveda de un salón
Fotografía: Internet (La Vanguardia)

El palacio de Nerón, diseñado por sus arquitectos Severus y Celer, se extendía sobre tres de las siete colinas de Roma: la del Palatino, la del Oppio (una de las tres cimas de la colina del Esquilino) y la del Celio, relacionadas entre sí por un valle en el que el emperador mandó realizar un gran lago artificial (Spagnum) que hasta contenía un barco. En tiempos de Vespasiano, este estanque fue rellenado para construir sobre él el Anfiteatro Flavio o Coliseo. Desde la colina del Oppio los jardines del palacio se extendían hasta los horti imperiales del Esquilino. El proyecto de Nerón sustituyó las anteriores construcciones de la colina Palatina por nuevos edificios más lujosos, sin embargo, se conservó intacta la parte del palacio de Augusto más allá del Templo de Apolo (casa de Livia y casa de Augusto).

La denominación de Domus Aurea con que Nerón llamó a su nuevo palacio no sólo alude a la profusión de oro y dorados empleados en su decoración, además de otros materiales preciosos, sino que con ella pretendió identificarse él mismo con la divinidad solar. Para reforzar tal identificación en el vestíbulo porticado de su residencia mando erigir una estatua de bronce de 30 m de alto, cuya cabeza lo retrataba como el dios Sol-Helios.[6]

Palacio de Domiciano
Planta del Palacio de Domiciano
Ilustración: Cassius Ahenobarbus - CC BY-SA 3.0 (vía Wikimedia Commons
Referencias: E. Acceso Principal; L. Lararium; A. Aula Regia; B. Basílica; Po. Pórtico; P1. Preristilo; C. Cenatio; P2. Segundo Peristilo; P3. Tercer Peristilo; Co. Jardín; Ex. Gran Excedra; S. Estadio; Tr. Tribuna del Estadio.

Nerón falleció en el año 68, sólo cuatro años después del gran incendio, por lo que su fastuosa residencia quedó inconclusa. En su breve reinado (desde junio del 79 a septiembre del 81), Tito completó la obra iniciada por Vespasiano, quien había ordenado rellenar el lago para construir sobre él el Teatro Flavio, que por su proximidad al coloso de Nerón, acabó llamándose “Coliseo”. Alrededor del año 100 un incendio dañó un sector de la Domus Aurea y, en el siglo II, Trajano la enterró por completo para crear un espacio en el centro de Roma donde levantar la Basílica Ulpia y el mayor de los foros imperiales. Gracias a lo cual gran parte de los frescos que decoraban los muros de la residencia se conservaron e, incluso, sirvieron de inspiración y aprendizaje para los pintores del Renacimiento, al haber sido hallados por azar en el año 1480.

Fue Domiciano quien, a partir de su ascenso al trono, encaró una gran reforma y ampliación de las instalaciones palaciegas existentes hasta ese momento, creando un gran palacio imperial. Agrupando varios esquemas de peristilo, el nuevo palacio estaba compuesto por la denominada Domus Flavia de caracter público, donde se desempeñaban diversas funciones de gobierno, la Domus Augustana con las dependencia privadas del emperador y un Estadio que quizás albergara diversas funciones de esparcimiento —jardín, fiestas privadas, etc.—.

En la Domus Flavia, el Aula Regia era un imponente salón donde se realizaban los actos oficiales; estaba ricamente decorado con columnas de marmol y nichos con estatuas en las paredes laterales y remataba con un ábside donde se ubicaba el trono del emperador. A un lado, la Basílica destinada a las audiencias y reuniones del Consejo del emperador, también con un ábside para el trono; al otro lado un Lararium para el culto de los dioses de la casa imperial. Atravesando el primer peristilo, se encontraba una gran sala de banquetes, el Cenatio, ubicado entre dos patios con fuentes o y que estaba erigido sobre el sistema de calefacción típico romano: el hipocausto. Al sudeste de la Domus Flavia el palacio continuaba en la Domus Augustana, la residencia privada de la familia imperial.

Reconstrucción
Reconstrucción virtual del Palacio de Domiciano
Ilustración: Internet (vía Alpargos, arte e Historia)

Estaba desarrollada en dos plantas con numerosas habitaciones organizadas alrededor de dos peristilos, el tercero en el plano y el señalado como jardín; el primero tenía un estanque con un pequeño templo en el centro, desconociéndose a que divinidad estaba consagrado. El peristilo ajardinado tenía una fuente decorada con un motivo de escudos. Detrás de estas estancias privadas, el edificio terminaba en una gran excedra que miraba hacia el Circo Máximo y permitiría al emperador y sus acompañantes tener una platea privilegiada para contemplar las carreras y espectáculos que tuvieran lugar en él. Al lado de esta residencia se encontraba el llamado Estadio por su forma alargada con un extremo redondeado, similar a la de los circos o hipódromos romanos, aunque su uso era, seguramente, privado del emperador. Sobre las actividades que allí se desarrollaban solo hay conjeturas, sin pruebas documentales o arqueológicas.

Al oeste de la exedra arriba mencionada, hubo un pequeño edificio al pie de la colina, el “Paedagogium”, cuya utilidad no está claramente definida, pero se ha supuesto que estaría dedicado al entrenamiento y formación de los esclavos que servían en el palacio o que fuera, simplemente, su alojamiento.

Este conjunto, cuyo diseño Domiciano encargó al arquitecto Rabirio, terminado en el año 92 (excepto el Estadio que se completó posteriormente), fue el primer palacio que concentró, como sede del poder imperial, las funciones propias del ejercicio del gobierno y la residencia privada del gobernante. Y así permaneció hasta la reforma de Diocleciano en 293/97, más allá de algunos cambios o reformas menores. A fines del siglo II, el emperador Septimio Severo construyó una ampliación, al otro lado del Estadio, que extendía el palacio más allá de la colina palatina, manteniendo el mismo nivel mediante una serie de subestructuras. A este cuerpo del palacio imperial se lo denomina Domus Severiana.

La ampliación de Severo comprendió también la realización de un ala del palacio, denominada Septizodium, con una monumental fachada de varios pisos de columnas y nichos, similar a un ninfeo o a una escena teatral vitruviana. Construida al pie de la colina palatina, de frente a la Vía Apia, tuvo la supuesta intención de impresionar a los viajeros que llegaban a Roma desde el sur. A pesar de su deterioro, estuvo en uso durante algunos períodos de la Edad Media, hasta que en el siglo XVI el Papa Sisto V terminó de demoler lo que quedaba para reutilizar los materiales en sus diversos proyectos arquitectónicos y de embellecimiento de Roma.

Vivienda urbana: La "Insulae"

Insula
Interpretación gráfica de una Insulae en una ciudad romana
Dibujo: Internet (www.quora.com)

La cultura y economía rurales de los orígenes romanos se vió profundamente transformada durante siglos de guerras y conquistas. Las Guerras Púnicas, la contínua movilización de los campesinos para integrar el ejército y una transformación agraria que substituyó el cultivo en pequeña escala de los campesinos autosubsistentes por una agricultura en gran escala de latifundios trabajados por esclavos y/o arrendatarios, tuvieron como consecuencia una emigración en masa del campo a las ciudades. Al volver de la guerra los campesinos encuentran las tierras ocupadas por cultivos en escala comercial hechos en estas grandes propiedades; en el campo ya no hay lugar para ellos y deben emigrar a la ciudad, donde muy pocos encontrarán un medio de vida digno.

Insula
Reconstrucción gráfica de una Ínsula en la ciudad de Ostia
Fotografía: Internet (intervenida por el autor de la página)

La ciudad superpoblada, con la mayor parte de su población sin trabajo, viviendo de la distribución del saqueo y los tributos de los pueblos consquistados, debía desarrollar una forma de dar habitación a estos romanos pobres. Así surge la Ínsula (Insulae en latín = isla). Su nombre alude a que solían ocupar una manzana entera. Estos edificios tenían tres, cuatro o más pisos, en los que se hacinaban, en habitaciones estrechas, mal iluminadas, sin provisión de agua ni servicios sanitarios, muchas familias. El agua la obtenían de las fuentes públicas alimentadas por los acueductos, en algunos casos existía una fuente en el patio central de la ínsula; las termas y las letrinas públicas (o bacinillas vaciadas en la calle por las ventanas) suplian al falta de sanitarios. A nivel de la calle, la insula tenía tiendas (tabernae) muy frecuentadas.

Las Insulae eran edificios de alquiler, construídos por especuladores inmobiliarios que se enriquecieron con la necesidad ajena. En los pisos inferiores los "apartamentos" —cenacula— eran más amplios, su alquiler más caro y los ocupaban familias con una mejor posición económica, pero no la suficiente para tener o alquilar una domus. Los más altos eran de menor superficie y alquiler más bajo y en el último piso simplemente pequeñas habitaciones —celae—; de este modo el valor de los alquileres iba descendiendo con el aumento de la altura. Se ha calculado que en Roma llegó a haber unas 45.000 edificaciones de este tipo.

Calle de Ostia
Ínsulas en una calle de la ciudad de Ostia
Fotografía: Internet (vía Wikimedia Commons)

En estos edificios proliferaban las infecciones y enfermedades, debido a sus escasas condiciones de higiene. Por otra parte, la construcción era de mala calidad, por lo general se usaba el adobe o ladrillo y era abundante el uso de madera, por lo que eran frecuentes tanto los derrumbes, provocados por temblores de tierra o por un exceso de pisos altos que superaba las posibilidades portantes de una deficiente construcción, como los incendios, que cobraban numerosas víctimas, provocados por el uso de lámparas de aceite para iluminación y braseros de carbón para caldear los ambientes. Numerosos escritores de la época criticaban duramente este tipo de edificios y las condiciones de vida que provocaba el hacinamiento y la superpoblación de la ciudad. Juvenal[7] escribe: «...incluso en el nido más triste se vive mejor que aquí, en el ajetreo febril de la capital, con sus mil peligros, los derrumbamientos de casas y los incendios.»

Ante los frecuentes derrumbes, comenzó a regularse la altura de los edificios de renta. Augusto fijo el límite en 70 pies[8] y, posteriormente, Trajano lo redujo a 60 pies. De todos modos, los derrumbes e incendios eran también una oportunidad para los ricos especuladores que compraban a precio de ganga esos solares, para reparar y/o reconstruir lo dañado y volver a poner esas unidades en el mercado de alquileres. Cicerón (jurista, político y famoso orador) o Marcus Crassus (aristócrata, político y general) debieron su buen pasar, el primero, y su gran fortuna el segundo, a este negocio inmobiliario y las rentas del alquiler de las numerosas insulae que poseían.

Dibujo
Interpretación gráfica de una ínsula mostrando los diferentes tipos de unidades según el piso en que se ubican
Ilustración: Bill Donohoe

En la ciudad de Ostia, el puerto de Roma, han quedado numerosos restos de ínsulas. Se calcula que aproximadamente el 90% de su población vivía en este tipo de viviendas, aunque, a juzgar por el estado de lo que queda (como puede verse en la foto que se acompaña), la calidad de su construcción era claramente mejor que la mayoría de las construidas en Roma, donde en cambio, han quedado muy pocas ruinas de ínsulas.

Una de ellas, la Ínsula dell'Ara Coeli, construída en el s.II d.C., fue descubierta en 1926 durante los trabajos de demolición efectuados en las laderas de la colina Capitolina, con la intención de poner en valor la plaza del Campidoglio y su entorno. Al demoler la Iglesia de Santa Rita del s.XVIII surgieron el campanario románico y un arcosolio decorado al fresco de una iglesia anterior, San Biagio del mercado, del s.XIV.

Las excavaciones revelaron que al erigir Santa Rita, se había incorporado en ella a la iglesia de San Biagio, que, a su vez, había sido construida sobre un antiguo edificio de renta, una ínsula. Ésta tenía al menos cinco plantas, con el esquema ya visto de tiendas a nivel de la calle, con un entrepiso para alojamiento del encargado del comercio, y los pisos superiores con "cenacula" que van reduciendo su superficie a medida que se asciende de piso. Actualmente es posible visitarla en su totalidad.

Insula Ara Coeli
Ruinas de Ara Coeli con el campanario románico
Fotografía: Internet (science photo lybrarie)

Ara Coeli
Ruinas de la ínsula dell'Ara Coeli con el arcosolio pintado
Fotografía: Internet (Sovrintendenza Capitolina ai Beni Culturale)

Vivienda rural: Las Villas

Villa Boscoreale
Planta de la villa “La Pisanella”en Boscoreale, Campania, Italia
Ilustración: Pasqui, 1897 - Dominio Público (vía Wikimedia Commons)

La villa rústica o casa de campo romana, era el centro de una explotación agrícola que reunía en un mismo edificio la vivienda familiar del propietario y las funciones utilitarias requeridas por la producción. Sus dimensiones varíaban en relación con la extensión de la finca, el tipo y volumen de la producción, la topografía y el clima. A medida que la explotación agraria va pasando de las fincas familiares autosuficientes o de mediana escala a los grandes latifundios, la villa rural se transforma en una villa señorial, escindida de los edificios de apoyo a la producción, que rivaliza con las grandes “domus” urbanas, siendo en muchos casos, sólo una vivienda temporal de los terratenientes que residían en la ciudad.

Reconstrucción de “La Pisanella”
Ilustración: Internet (vía Alpargos, arte e historia)

En la Campania italiana, la localidad de Boscoreale, un municipio ubicado al pie del Monte Vesubio, devino en el siglo XIX un importante reservorio arqueológico al descubrirse los restos de varias villas romanas de alrededor del siglo 1 d.C. donde se halló una valiosa colección de orfebrería, frescos, bronces y pisos de mosaicos. En las ilustraciónes se presenta la planta y una reconstrucción virtual de una finca de viñedos y olivares, una villa de peristilo en la que se aprecia como se distribuyen las distintas funciones.

En el extrmo NO de una planta rectangular, se ubica la vivienda familiar, con las habitaciones (K, L, M, N), una panadería (O), terma privada con su caldarium, frigidarium y sus dependencias (C, E, F, G), la cocina y despensa (B y H). El peristilo (A) y un corredor (Q) comunican con los espacios de producción: prensa de vino (P), patio de fermentación del vino (R), molienda manual (X), habitaciones para los esclavos (V, W), prensa y elaboración de aceite (Y, Z), granero (S) y área de trilla (T).

Portico
Villa de Pórtico: Villa Nennig, Alemania, s.II d.C.
Ilustración: Müller y Vogel, Atlas de Arquitectura, 1 - Alianza
Mosaico
Mosaico en el piso de la Sala (Ref. nº 3 de planta adjunta)
Fotografía: Internet

Para las villas de los ricos latifundistas, en cambio, se prefiere la tipología villa de pórtico dado las dimensiones palaciegas que pueden alcanzar. Normalmente se componen con un largo edificio central de forma rectangular, precedido de una galería porticada, flanqueado por alas laterales o pabellones salientes. Este tipo de villas predominaron en las provincias del norte del imperio; se han excavado varias en Inglaterra, la Galia y en Germania. Predomina en esta tipología el gusto romano por la axialidad y la simetría. La Villa Nennig es un ejemplo de esta tipología de villas. Ubicada en el valle del río Mosela, actualmente en territorio alemán, en ella se ha encontrado un notable mosaico de gran belleza y en perfecto estado de conservación con escenas de los sangrientos espectáculos que se daban en los anfiteatros romanos, siendo uno de los pocos que no ha sido trasladado a un museo y permanece en la ubicación original.

En medio de un jardín de 610 m de ancho, el edificio se desarrolla simétrico respecto de un eje central. Una galería porticada recorre la fachada posterior y las laterales prolongandose para abrazar los edificios auxiliares, siendo el del sur, la terma privada. Las alas laterales de tres plantas de altura con sus fachadas macizas, contrastan con el bloque central de dos plantas con un pórtico en todo su ancho, también de dos plantas. En el interior una sala de doble altura, ubicada sobre el eje de simetría, destaca por el lujoso suelo de mosaicos hallado en ella. Aquí termina la simetría pues la distribución interior diferencia las dependencias de la familia alrededor de un peristilo en el lado este, de las de los sirvientes y otros locales de apoyo vinculados por dos peristilos en ángulo, del lado oeste del conjunto.

El programa de las villas rurales se va diversificando según los gustos y deseos de cada familia. Calefacción por hipocausto para combatir los rigores climáticos, las ventanas vidriadas que permiten abrir las habitaciones al paisaje eliminando la necesidad de su vinculacion con el atrio o el peristilo, van incrementando las opciones de confort y la libertad de planificación. Cuando los recurson son practicamente ilimitados se llegaba a los extensos palacios veraniegos que fueron las villas imperiales.

• La Villa Adriana en Tivoli

Villa Adriana
Plano general de la Villa Adriana, ca, 120 - 140 d.C.
Ilustración: Internet (García Falcón, modificado por el autor de la página)
Referencias: a.) Teatro Griego; b.) Belvedere de Venus de Cnido; c.) llamado Palestra; d.) Hospitalia; e.) Terraza sobre el Valle del Tempe; f.) Palacio Imperial; g.) Plaza de Oro; h.) Bibliotecas Griega y Latina; i.) Teabro Marítimo; i'.) Sala de los Filósofos; j.) Pencile (debajo: los Cien cuartitos); k.) Edificio con 3 exedras; l.) Estadio; m.) Vestíbulo; n.) Termas; o.) Canopus; p.) Serapeum; q.) Academia; r.) Odeón; s.) Acueducto; t.) Mausoleo; u.) Roca Bruna o Torre del Timón.

Construida por el emperador Adriano, un megalómano con manía por construir, aproximadamente entre los años 120 y 140, es una extraordinaria colección de edificaciones independientes, jardines y estanques. El lugar situado sobre una pequeña colina en el lado sur de los montes Sabinos, se destaca por sus inviernos suaves. La villa abarca unas 300 Ha, asciende 53 m entre los valles de dos riachuelos y está dividida en extensas terrazas con jardines, alamedas, fuentes y arboledas. Los distintos grupos de edificios tienen dos funciones claramente separadas: los asuntos de gobierno y el protocolo imperial por una parte, y por la otra, la intimidad y el aislamiento total del emperador. Las distintas partes de la villa tomaban su nombre y debían evocar, sitios, monumentos y santuarios que el emperador había visitado en sus múltiples viajes, aunque no eran reproducciones exactas de ellos. La búsqueda de un orden geométrico basado en círculos y cuadrados en un túmulo de combinaciones de ambas figuras, constituyen los mecanismos de ordenación que dan unidad y continuidad al conjunto. Conjunto diseñado de forma aditiva tal como puede esperarse de un complejo que estaba en permanente y obsesiva ampliación. «No es éste el tipo de lugar que insiste en que nada puede ser añadido o quitado».[9]

Este conjunto arquitectónico planteó a los arqueólogos un dificil problema al querer descubrir los usos y funciones de cada habitación o, incluso, del edificio entero, pues los espacios subordinan su forma más al orden geométrico que ordena toda la villa que al uso o función de cada local. Espartiano escribió que el emperador «...creó en su villa de Tívoli un prodigio de arquitectura y ajardinamiento del paisaje, y asignó a sus diversas partes los nombres de edificios y localidades famosos, tales como el “Liceo”, la “Academia”, el “Pritaneo”, el “Canope”, le “Stoa Poikele”, y el “Valle del Tempe”, mientras que para que no faltase nada, construyó incluso una representación del Tártaro.»[10]

Vista aerea Pencile
Vista aerea del Pencile y a la izq. el Edificio con tres exedras
Fotografía: Internet
Vista aerea Teatro Marítimo
Vista aerea del Teatro Marítimo y la Sala de los Filósofos a su izq.;
hacia la der. se ven las ruinas de las bibliotecas, la Hospitalia y el Palacio Imperial.

Fotografía: Internet

Los edificios estaban destribuidos en cuatro conjuntos, cada uno con diferente orientación adaptándose a la topografía del lugar. Contaba con dos edificios residenciales principales, el "Palacio Imperial" y el "Hospitalia" para el alojamiento de la corte del emperador; termas y solarios, tres teatros, y un stadium o jardín cercado, y varias dependencias más cuyas funciones se desconocen con exactitud. Las dos bibliotecas, la Biblioteca Latina y la Biblioteca Griega, así llamadas pero cuyo destino real de desconoce, con su terraza, la Hospitalia, el Palacio Imperial y la Plaza de Oro —grupo de habitaciones alrededor de un jadín porticado, llamada así por la lujosa decoración de pisos y paredes en — se desarrollan paralelos a la pendiente NE. La Stoa Poikile o Pencile —un jardín con una piscina en el centro, rodeado por un pórtico— bajo el cual se hallaban las pequeñas habitaciones destinadas a almacén y a los sirvientes del complejo (los Cien Cuartitos), el Edificio con 3 exedras, que posiblemente fuera un cenatio o comedor, el Estadio, dos pabellones de forma alargada separados por una plaza central, y otros edificios anexos, se extienden en dirección E - O, sobre la pendiente que cae hacia el N. Articulando entre estos dos grupos edilicios se hallaba el denominado Teatro Marítimo, (nombre por demás inadecuado) un grupo de habitaciones en isla de más de 300 m2, rodeadas de un canal o foso revestido en marmol y una columnata a la que se llegaba desde la contigua Sala de los Filósofos (quizá utilizada para audiencias o reuniones con el emperador) o desde la terraza de las bibliotecas. Todo rodeado por una muralla circular. A la isla se accedía a través de dos puentes retráctiles. Se considera que estaba destinada al uso personal de Adriano; un círculo aislado por el foso de agua y la muralla que brindaba el sitio ideal para el descanso, la meditación solitaria o la huida del protocolo de la corte imperial.

Maqueta de la Villa Adriana, Tívoli, Italia
Fotografía: Internet
Ruinas de la Piazza d'Oro
Fotografía: Internet

Las dos Termas, unidas por pórticos, una de mayor tamaño que la otra, probablemente destinadas una para hombres y la otra para mujeres, siguen el curso de un valle en cuya garganta se ubicaba el Canopus, un lago artificial con el Serapeum, un cenatio de verano con un ninfeo con cascadas, ubicado en el extrmo S del Canopus. Por último, paralela a la pendiente SO, en el área más alta del complejo, una extensa terraza con la Academia, un conjunto de cuartos alrededor de un peristilo, cuya función se desconoce, y el Odeón, un pequeño teatro cuya escena estaba decorada con varias esculturas, en el extremo SE y en el otro extremo la llamada Roccabruna o Torre del Timón, una construcción de dos plantas desde la que se podía contemplar espectaculares vistas de la villa y el campo circundante.

Vista del Canopus
Fotografía: Internet
Ruinas del Teatro Marítimo
Fotografía: Internet

Todos los sectores estaban interconectados por un sistema de túneles que posibilitaban el traslado de los sirvientes y los suministros sin que interfirieran con los lugares que utilizaban el emperador, su corte y sus visitantes. Tenian la amplitud suficiente para que transitaran por ellos los carros con provisiones, que debían circular en un solo sentido, por lo que el recorrido era un camino contínuo con ingreso y salida por el mismo lugar sin cruzarse en ningún sitio.


• El Palacio de Diocleciano en Spalato

Reconstrucción virtual del Palacio de Diocleciano en Spalato
Fotografía: Reconstrucción: Ernest Hébrard (recoloured by DIREKTOR), Public domain (via Wikimedia Commons)

El emperador Diocleciano se hizo construir este palacio como residencia para pasar su retiro una vez que abdicara, cosa que hizo em mayo de 305. Estaba ubicado sobre la costa dálmata, en la ciudad de Spalato (actual Split, Croacia) y su tipología edilicia corresponde más a la de un campamento militar romano que a la de los palacios imperiales de Roma, lo que evidencia la amenazada y violenta situación en la que se encontraba el Imperio a fines del s.III y comienzos del IV. Para resolver la polémica que a principios del s.XX debatían los arqueólogos e historiadores sobre si esta era una fortaleza, un palacio o una villa, Charles Diehl nos lo explica: «El palacio de Diocleciano era la fortaleza de un emperador soldado, poco sensible a las artes y a la antigüedad (a diferencia de Adriano, cabe agregar) que, retirándose en el momento en que las guerras civiles y exteriores iban a reiniciarse, soñó con su defensa personal, como la que había tenido durante su reinado, en respuesta a la preocupación por un Imperio amenazado por las invasiones.»[11]

Planta del Palacio de Diocleciano, fines s.III - comienzos s.IV
Ilustración: Internet
Referencias: 1.) Entradas; 2.) Mausoleo; 3.) Patio del Templo de Júpiter; 4.) Vestíbulo; 5.) Galería sobre el mar; 6.) Sala de Banquetes; 7.) Aula Regia; 8.) Sala de Audiencias.

Como puede verse en la planta, el palacio repite el planteo de los castros militares romanos: un recinto amurallado cruzado por dos vias o calles principales, el cardo en sentido N - S y el decumano en dirección E - O. Este esquema define cuatro cuadrantes; en este caso, los ubicados al N albergaban las habitaciones de la guarnición militar, las dependencias administrativas y talleres. Los dos restantes, que quedan mirando al Mar Adriático, contenían las dependencias imperiales, tanto públicas como privadas.

Al irse los romanos, el palacio permaneció abandonado hasta el siglo VII en que pobladores de las cercanías comenzaron a habitarlo aprovechando sus murallas para defenderse de las invasiones croatas. Así fueron reformando, demoliendo y aprovechando sus materiales para hacer sus viviendas, siendo al día de hoy no mucho lo que se ha conservado, sin embargo, este casco antiguo se ha convertido en el centro de Split y el mayor atractivo turístico de la ciudad.

Vista de Split
El casco antiguo de Split en la actualidad.
Se aprecian claramente los restos del antiguo palacio

Fotografía: Internet

El recinto del palacio era un rectángulo algo deformado para adaptarse a la topografía, que media 213 x 117 metros. Estaba rodeado en sus tres lados que daban al territorio, por una sólida muralla de 2 metros de espesor y 24 de altura con 16 torres salientes, 10 de ellas cuadradas y 6 hexagonales. Parte de esta muralla y alguna torre aun queda en pie. En el centro de cada lado, una puerta flanqueada por 2 de las torres hexagonales, daba acceso a las calles principales porticadas de ambos lados. En la zona sur reservada a la residencia imperial, contiguas al decumano y abiertas al cardo, estaban dos zonas de caracter público. A un lado el “Mausoleo” que Diocleciano se hizo construir para su descanso eterno, convertido en iglesia en el siglo IX y que es, actualmente, la Catedral de Split, gracias a lo cual se conservó casi intacto aunque debió soportar, durante el medioevo, el agregado de una torre campanario de estilo románico. Enfrente del mausoleo, se construyó un “foro religioso”, una plaza presidida por el Templo de Júpiter que, aunque habiendo perdido el pórtico tetrástilo, se conserva su cela abovedada convertida en baptisterio. Originalmente había dos templetes circulares completando este foro, enmarcando la entrada a la plaza sacra, lamentablemente desaparecidos durante la Edad Media cuando toda el área fue utilizada para la construcción de viviendas.

Peristilo
El Peristilo de acceso al palacio en su estado actual. Detrás de la columnata izquierda, el Mausoleo con la torre campanario medieval.
Fotografía: Internet (vía croatia.hr)

Entre ambos sectores y continuando el cardo, un área llamada Peristilo y bordeada por columnatas coríntias cuyos capiteles presentan un delicado trabajo de labra, desemboca en el vestíbulo de acceso a las habitaciones privadas del emperador. Su fachada es un pórtico tetrástilo con un entablamento que se arquea en el centro invadiendo el tímpano. Una solución extraña al clasicismo greco-romano pero de la que se pueden encontrar algunos ejemplos en el oriente helenizado, y que, a partir del Renacimiento, sería ampliamente utilizada por arquitectos del siglo XV al XVIII y aun posteriores.

Vestíbulo
El Vestíbulo del palacio de Diocleciano
Fotografía: Internet

Traspuesto el pórtico se encuentra un vestíbulo, sala cubierta con una bóveda apoyada sobre un cilindro con profundos nichos en dos niveles. La bóveda tiene un óculo superior para iluminación, similar al del Panteón. Siguiendo el eje del cardo, del vestíbulo se pasa a un salónalargado con 2 filas de columnas centrales que en el extremo opuesto desemboca en una galería porticada que abarca todo el frente marítimo de la construcción, que seguramente serviría para esparcimiento, además de comunicar entre sí todas las dependencias privadas del emperador.

Peristilo y Pórtico
Pórtico de acceso al Palacio. Nótese la columnata
de la derecha usada como estructura resistente para viviendas.

Fotografía: Ballota,CC BY-SA 3.0 (via Wikimedia Commons)
Sótanos
Sótanos del Palacio de Diocleciano
Fotografía: Internet

Todas las habitaciones de uso privado del emperador han desaparecido subsumidas en el apretado villorrio de viviendas medievales que ocuparon la zona. La distribución de estas dependencias a ambos lados del salón de las columnas, ha sido posible deducirla por el descubrimiento de los sótanos del área noble, que se realizó entre los años 1956/59, un conjunto de salas abovedadas con gruesos pilares, que actualmente están habilitadas al público. A partir de esa reconstrucción virtual fue posible conjeturar las posibles funciones de cada sector. Así, en el lado E del salón habría habido un “cenatio” o Salón de Banquetes, en tanto en el ala O se hallaban un Aula Regia, de planta basilical con un ábside para el trono del emperador, seguida de un salón de menor tamaño, probablemente una Sala de Audiencias y, a continuación, los aposentos de Diocleciano.

Los sótanos de esta área permitían salvar el pronunciado declive del terreno hacia la orilla del mar y así poder mantener un nivel uniforme en todo el conjunto. Además, en el eje N-S había una puerta que daba acceso a un embarcadero privado que serviría para que el emperador llegara o saliera del palacio por barco y también, para aprovisionarlo por vía marítima.


Notas


[1] En la estructura social romana, el cliente era una persona de posición socio-económica inferior que se colocaba bajo el patrocinio o protección de un patrón, persona de rango socio-económico superior. No era una relación "amo-esclavo" pues ambos eran ciudadanos libres. Este trato implicaba una fidelidad y lealtad mutua, donde el patrón proveía al cliente de lo que pudiera necesitar y éste se comprometía a cumplir con los servicios que el patrón requiriera. El cliente debía acudir todas las mañanas a saludar a su patrón (la salutatio matutina) y recibía de él un presente (comida, dinero u otro regalo). Cuantos más clientes tuviera un patrón, mayor era su prestigio social.

[2] Tradicionalmente se aceptaba la fecha del 24 de agosto, pero según diversos estudios y hallazgos arqueológicos se determinó que la erupción debió ocurrir en otoño, por lo que ubicarla en octubre se considera más probable (ver BBC News).

[3] Ricardo Mar, “Los palacios imperiales, Nerón y la Domus Aurea”, Universitat Rovira i Virgili. Tarragona; (en 159262396.pdf)

[4] Cayo Suetonio Tranquilo (ca. 70 - 126) fue un historiador y biógrafo romano que vivió durante los reinados de los emperadores Trajano y Adriano. Su obra más importante es Las vidas de los doce césares en la que relata vida y hechos de los gobernantes de Roma desde Julio Cesar hasta Domiciano.

[5] Albulae Aquae, literalmente agua blanca, es un grupo de manantiales de aguas con alta concentración de azufre y carbonato de cal, que le dan un color celeste, y que está ubicado al Este de Roma, distante 6 km, en la zona de Tívoli.

[6] Nerón no fue el único emperador, aunque sí el primero, en tener tal pretensión. Vespasiano le añadió una corona de rayos y Cómodo sustituyó la cabeza por una con su rostro, aunque a su muerte volvió a dársele la apariencia anterior. Se desconoce cuando terminó su existencia este "coloso"; probablemente a partir del s.V haya sido destruido en el saqueo de Roma, o derribado por algún terremoto, y finalmente fundido para reutilizar el bronce.

[7] Décimo Junio Juvenal fue un poeta romano que vivió entre fines del siglo I y comienzos del siglo II. Sus Sátiras, en las que critica brutalmente la vida y cultura de la Roma de su época, se han convertido en una fuente importantísima para su estudio, aunque por su estilo cómico e hiperbólico, sus afirmaciones no deban tomarse al pie de la letra.

[8] El pie romano equivale a 0.296 m, medida muy cercana al pie del sistema Imperial anglosajón. Si bien hubo un "pie patrón" guardado en el Templo de Juno Moneta de Roma, las mediciones de distintas obras romanas o de regletas halladas en excavaciones arqueológicas, marcan que realmente la medida no estaba muy estandarizada, sufriendo variaciones del orden de las décimas de milimetro. Por otra parte, dentro del imperio existían varios "pies" como el gálico, el ptolemaico o el drúsico, que superaban los 30 cm de longitud.

[9] Charles Moore & Gerard Allen, Dimensiones de la arquitectura, Editorial Gustavo Gili, Barcelona, 1976.

[10] citado en: Charles Moore & Gerard Allen, op. cit.

[11] Charles Diehl, “Prefacio”, en Spalato, Le Palais de Dioclètien, París, 1912.