Formas de representación
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Antonio Cánova Cupido y Psique |
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J.A.D. Ingres Bañista de Valpinçon |
A partir de mediados del siglo XVIII, la clientela, tanto privada como oficial, comenzó a dar señales de hastío de la exuberancia formal del Barroco y, especialmente, del Rococó. Un retorno a las formas del clasicismo renacentista se extendió por Europa: el "Neoclasicismo". Con este estilo se cierra en la Historia del Arte lo que se denomina: la "tradición clásica", representada por la representación naturalista en pintura y escultura y por los órdenes arquitectónicos; es decir, las formas de representación de la antigüedad greco-romana. Tradición que fue retomada por el Renacimiento en el s. XV, se prolongó durante el Barroco y, finalmente, con el Neoclasicismo hace su última aparición en el arte occidental. Enseñada en las Academias, se constituyó en el arte oficial, impulsado por las monarquías europeas. Las manifestaciones de esta "tradición clásica" perduraron, en pintura y escultura, hasta fines del siglo XIX y, en la arquitectura, hasta los primeros años del siglo XX, aun cuando, ya desde comienzos del s. XIX, aparecen los primeros signos de la que será una profunda renovación estilística.
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John Constable El caballo blanco |
Pintura: La primer ruptura con la tradición clásica, la producen algunos pintores que, a comienzos del siglo XIX, abandonan los temas del pasado, y tratan en sus obras de explorar objetivamente el mundo visible pintando el presente, lo que ven a su alrededor, aunque sin innovar en el modo naturalista de la representación.
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Gustave Courbet El saludo |
Los paisajistas ingleses como Constable, Turner y otros, que desde los primeros decenios del siglo practicaban un retorno a la naturaleza pintando paisajes del natural, cotidianos y reales, influyen sobre la pintura francesa y, a mediados de siglo, el "Realismo" movimiento creado por G. Courbet y seguido por Millet y Daumier, muestra esta nueva actitud que produce una renovación de los temas abordados en la pintura y abre el camino para que, en la segunda mitad del siglo, otros artistas realicen una exploración más profunda de las condiciones objetivas de la visión humana y generen nuevas formas de representación.
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Jean-Baptiste-Camille Corot El botero de Montefontaine |
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Francisco de Goya Los fusilamientos del 3 de mayo de 1808 |
En la primera mitad del s.XIX, no se puede dejar de mencionar al gran precursor de la pintura moderna: Francisco de Goya, quien anticipó en más de medio siglo mucho de lo que sería el Impresionismo y el Expresionismo de fines del XIX y principios del XX. Por último, en el camino hacia el impresionismo, se destaca el mayor paisajista francés anterior a este movimiento: Jean-Baptiste-Camille Corot.
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Édouard Manet Dasayuno en la hierba |
Hacia la década de 1860, Édouard Manet y sus seguidores, descubren que, al aire libre, no vemos objetos particulares, cada uno con su propio color, sino más bien una mezcla de tonos que se combinan en nuestros ojos, y que la impresión que recibimos variará según las condiciones de iluminación, las que a su vez, cambian constantemente.
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Pierre-Auguste Renoir Almuerzo en el Boating |
Los artistas dejan el taller para salir a pintar la naturaleza y explorar los efectos de la luz diurna sobre ella, sin que les importe la precisión en el dibujo o la fiel reproducción de todos los detalles y texturas de una escena; su preocupación era reflejar la impresión que esa escena produce a nuestros ojos bajo ciertas condiciones de iluminación natural y en un momento dado. La luz es el tema y la posibilidad de captar lo fugaz, el objetivo de los Impresionistas.
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Auguste Rodin Amor fugitivo |
En escultura, la figura dominante de esta etapa es Auguste Rodin, quien sacará a esta disciplina del amaneramiento y decadencia a que la había conducido el Neoclasicismo, dándole una nueva expresividad, que le valió no pocos contratiempos, a pesar de que su obra obtuvo rápidamente un amplio reconocimiento del público y de la crítica.
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